lunes, 24 de enero de 2011

2011, DOCE MESES PREVIOS A INCERTIDUMBRES DEL AÑO 2012

Por: Jorge Amonzabel
Los científicos e investigadores han afirmado que el próximo año 2012 tendrá eventos que afectarán el planeta. Se habla de terremotos, inundaciones, maremotos; escaseara el agua, habrá una falta de alimentos en varios países del mundo y, contrariamente a predicciones de unos; la sequia se manifestará en territorios hoy fértiles. Algunos “especuladores” y sin rigor científico, hacen mención de vaticinios de Nostradamus y videntes. Mencionan que en contenidos hallados de los escritos iconográficos Maya y tribus de culturas ancestrales la vida del planeta se acaba. Lo cierto es que hasta hoy las emisiones de dióxido de carbono no han bajado y, con las restricciones del acuerdo de Cancún; no hay vistas que el medioambiente mejore y mantenga su ciclo regular en la biosfera.

Iniciativas aisladas han demandado a los gobiernos mitigación de la contaminación del aire, del agua, de la tierra, del hábitat. Los activistas no dudan que se avecina una catástrofe mundial por no mitigar la contaminación ambiental. Sin embargo, la industrialización y el consumismo de los países desarrollados determinan la adaptación al cambio climático y a las consecuencias de éste en la economía, principalmente. La incertidumbre es general y, más aun, cuando lo esotérico y metafísico; irrumpen la mente de los habitantes del planeta con voces de alarma para el año 2012.

Corrientemente, como es el caso en una guerra; los habitantes acumulan alimentos y agua para soportar la escasez. Están avisados o prevenidos. A veces con buen tino, almacenan lo necesario para sobrevivir. Fuertes precipitaciones advierten a los lugareños de áreas inundadas o caminos no transitables. Vientos y tornados detectados, señalan zonas que serán afectadas y que la población recurra a un refugio por su seguridad. Si fuera el caso que el 2012 sea un año de catástrofes, el mundo debe prepararse para enfrentarlo. Aunque los fenómenos naturales son poderosos y el hombre no tiene la capacidad de disminuirlos y, menos de controlarlos.

Los principios básicos de prevención de riesgos y desastres enseñan identificar y valorizar las vulnerabilidades y establecer protocolos de seguimiento para evacuaciones. “Evacuar el planeta tierra” seria la consigna en caso de presentarse calamidades. Minimizar los efectos e impactos y salvar lo más valioso en vida que se pudiera; si los siniestros impiden su dominación o reconducción. Si los adivinos y estudiosos de Nostradamus están en lo cierto, el 21 de diciembre de 2012 es el fin del mundo. O según los mayas el inicio de una nueva tierra. Algunas empresas responden a esta amenaza ofreciendo “espacio en un bunker” introducidos bajo tierra a diez metros de profundidad y con todas las comodidades en más de cinco kilómetros de superficie. No hay suficiente evidencia científica para afirmar los hechos que se advierten. El creador del planeta es quién sabe.

Ante las incertidumbres del 2012, racionalmente la recomendación es vivir sobriamente, con diligencia el 2011. Evitar destruir la tierra, minimizando el uso de los importantes elementos que soportan la vida, como son el agua, la tierra y su fruto, la energía; cuidar del aire y de todos los seres vivos. Según las costumbres culturales y la vida colectiva, mantener el principio de equidad y convivencia pacífica. Detener toda clase de abuso gubernamental o empresarial sobre la producción o la regulación de los alimentos y su distribución. Aceptar toda producción intelectual y científica que contribuya a proteger el planeta de toda amenazas. Aplicar las medidas necesarias para corregir las distorsiones y errores de medidas pasadas que están impactando al hábitat de todo ser. Y como manda la piedad: Compartir el pan con el prójimo cada día y prestar el abrigo al necesitado. (JA)

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